La Relación con Dios en la Biblia: Estudio Bíblico Completo

Hace unos días recibí un mensaje en WhatsApp de uno de los lectores del blog buscando ayuda.

En medio de la conversación surgió el tema de la relación con Dios en la Biblia.

Hablábamos de que al estudiar los evangelios, pienso que uno de los temas más revolucionarios que Jesús presentó a la humanidad fue ese.

Jesús reconstruyó la relación del ser humano con Dios de todas las maneras posibles.

Una de ellas, al revelar el verdadero carácter de Dios que se encontraba distorsionado en la comunidad judía de su tiempo, y que aún hoy se encuentra distorsionado en el mundo de nuestro tiempo.

Permíteme compartir contigo lo que la biblia enseña acerca de este maravilloso e importante tema.


Por qué es importante la relación del ser humano con Dios

Los seres humanos fuimos creados para encontrar nuestra verdadera felicidad en una relación profunda e intima con nuestro creador y en relaciones saludables con nuestros semejantes.

Jesús reconstruyó esa relación rota por causa del pecado en la cruz del calvario para darnos la oportunidad de ser reconciliados con Dios y acceder al verdadero propósito de nuestra existencia.

La relación del ser humano con Dios es importante porque es imposible vivir una vida plena, a menos que esa vida tenga como centro el amor de aquel verdadero Dios que el alma clama.

La relación del ser humano con Dios es importante porque es a través de ella que obtenemos vida eterna y la salvación para nuestra alma.


Qué dice la Biblia sobre la relación con Dios

Aspectos fundamentales de la relación con Dios en la Biblia

– Dios constantemente nos está invitando a tener una relación con Él.

↑ Isaías 55:1-3, Isaías 55:6-7, Jeremías 3:22, Malaquías 3:7, Apocalipsis 3:20

Dios quiere tener una relación cercana con todas las personas, no hay que esperar ser perfecto para empezar a tenerla.

↑ Mateo 11:19

Tener una relación con Dios implica que comprendamos que Él es un Dios cercano y que podemos tener una relación cercana con Él.

↑ Jeremías 23:23, Salmos 119:151, Hechos 17:27, Salmos 145:18, Isaías 50:8

– Los seres humanos podemos tener una relación de amistad con Dios.

↑ Juan 15:15, Isaias 41:8, Santiago 2:23

– Es posible tener una relación emocional íntima, personal y profunda con Dios.

↑ Salmo 42:1,2 ; Salmo 63:1, Salmo 27:4, Salmo 63:8, Salmo 84:2, Isaías 26:9, Salmo 73:25, Salmo 143:6, Salmo 18:1,3 ; Isaías 26:8

– Cuando tenemos una relación con Dios enternecemos su corazón.

↑ Salmo 103:13

– Existe un tipo de relación con Dios que es falsa o fingida.

↑ Mateo 7:21-23, 1 Juan 1:6, 1 Juan 4:19-21

Consejos bíblicos para desarrollar una relación con Dios

– Tener una relación con Dios implica que reconozcamos que Dios se interesa por lo que nos pasa y lo que sentimos.

↑ Job 16:20, Salmos 34:18, Salmo 116:1,2 ; Salmo 55:22, Mateo 11:28–30, 1 Pedro 5:7, Salmo 34:17-19, Filipenses 4:6-7

– Es necesario aprender amar a Dios con sinceridad para tener una buena relación con Él.

↑ Deuteronomio 10:12, Deuteronomio 6:5, Mateo 22:37,38

– Para poder amar a Dios y tener una relación con Él, necesitamos primero aceptar y experimentar su amor incondicional.

↑ 1 Juan 4:19, 1 Juan 3:16, Salmo 63:2–4, Juan 3:16, Romanos 5:8, 1 Juan 4:10

– Tener una relación con Dios implica amar y aceptar a Jesucristo como Salvador personal.

↑ 1 Juan 5:1, 1 Juan 3:16, Juan 14:6, 2 Corintios 5:21, Juan 15:5, Juan 14:23, Efesios 2:13

– El pecado y el miedo nos hacen pensar que no podemos relacionarnos con Dios.

↑ Éxodo 20:18-19

– Para tener una correcta relación con Dios, es necesario que nos arrepintamos de nuestros pecados.

↑ Hechos 3:19, 1 Juan 1:6

– Tener una relación con Dios implica tener fe en Él.

↑ Hebreos 11:6

– Tener una verdadera relación con Dios implica honrarle.

↑ Salmo 31:19, Salmo 147:11, Lucas 1:50

– Prueba de que tenemos una buena y verdadera relación con Dios es que obedecemos sus amorosos consejos.

↑ Juan 15:14, Deuteronomio 10:12,13 ; Juan 15:10, 1 Juan 5:3, 2 Juan 6, Juan 14:15, 1 Juan 5:2-3

– Tener una relación con Dios implica que comprendamos que, sin importar que, podemos acercarnos a Dios.

↑ Salmos 73:28, Santiago 4:8, Hebreos 7:19, Hebreos 10:22

– El temor de Dios (respeto por su santidad) es clave en tener una relación con Dios.

↑ Eclesiastés 12:13, Isaías 8:13, Lucas 12:4,5 ; Proverbios 16:6

Consecuencias de tener una relación con Dios

– Amar nuestros semejantes es evidencia de que tenemos una verdadera relación con Dios.

↑ 1 Juan 4:20,21 ; Mateo 25:40, 1 Juan 4:8; 1 Juan 4:11-12 ; Juan 13:34-35; Juan 15:8-12

– Tener una relación con Dios hace que lo apreciemos infinitamente más a Él que a lo terrenal.

↑ Gálatas 2:20, Filipenses 3:7,8

Cosas a tener en cuenta en nuestra relación con Dios

– Al relacionarnos con Dios debemos reconocernos como sus hijos y como parte de su familia.

↑ Efesios 2:18-19, Juan 1:12, Gálatas 4:5, Romanos 8:14–16, Gálatas 4:6, Gálatas 4:7, Romanos 8:17

– Al procurar tener una relación con Dios, debemos recordar que Él siempre es bueno y generoso con nosotros.

↑ Mateo 6:30-34 , Mateo 7:10-11, Salmo 34:8-11

– Lo que Dios quiere de nosotros es que andemos con Él durante nuestra vida.

↑ Miqueas 6:6-8

– En nuestra relación con Dios, Dios no nos obliga a nada, somos libres de escoger entre lo malo y lo bueno.

↑ Deuteronomio 30:19

– Hay cosas en esta vida que pueden afectar nuestra relación con Dios.

↑ Mateo 6:24, Isaías 59:2, Mateo 6:20,21; Mateo 6:33, Santiago 4:4, 1 Juan 2:15,16 ; 1 Juan 2:15-17

– Al relacionarnos con Dios, debes recordar que Él quiere exclusividad en el lugar que le damos en nuestra vida.

↑ Éxodo 20:3,5 ; Mateo 10:37

Beneficios de tener una relación con Dios

– Al tener una relación con Dios, el Señor nos da su protección.

↑ Salmo 145:20, Salmo 23:1–4, Salmo 91:1, Salmo 31:19,20 ; Salmo 57:1 , Salmo 61:4, Salmo 91:4

– Tener una buena relación con Dios nos trae paz y ayuda a que nos vaya bien.

↑ Job 22:21, 1 Pedro 2:25, Salmo 16:11, Proverbios 3:5-6, Salmo 25:12, Romanos 8:31-32, Romanos 8:28, Isaías 41:10, Deuteronomio 31:6, Isaías 40:31

– Cuando tenemos una verdadera relación con Dios, podemos descansar en la tranquilidad de que nada podrá separarnos de Él.

↑ Romanos 8: 38-39

– En nuestra relación con Dios, Él nos disciplina amorosamente para que desarrollemos nuestro máximo potencial.

↑ Hebreos 12:6-10


Cómo influye la relación con Dios en tu vida

La relación con Dios influye en la vida de todas las personas, algunas al no tener una correcta relación con Él viven una vida carente de verdadero sentido y propósito.

Aquellos que tenemos una relación con Dios incluyen a Dios en nuestra vida cotidiana.

Hablamos con Él de forma espontánea mediante la oración, leemos su palabra y meditamos en ella para conocer sus amorosos consejos y conocerlo a Él.

Gracias a esto, quienes tenemos una relación saludable con Dios, producto de comprender su amor infinito y sentirnos amados y valorados por Él, disfrutamos de la salvación de nuestra alma, de paz, confianza, de alegría, de gozo, de esperanza, de buena autoestima, de tranquilidad y de verdadera felicidad.

Cómo tener una buena relación con Dios

Para tener una buena relación con Dios, es indispensable haber aceptado a Jesús como señor y salvador personal, también es fundamental comprender y experimentando el amor incondicional de Dios, su gracia y su perdón de forma íntima en nuestras vidas.

Adicionalmente, mediante la ayuda del Espíritu Santo, es menester procurar corresponder a ese amor infinito mediante nuestra obediencia a sus consejos y mandamientos, para evitar que el pecado y las cosas de esta vida nos aparten de Él.

Algunas prácticas recomendadas para mantener una buena relación con Dios son:

– La oración diaria, mediante la cual le abrimos nuestro corazón a Dios con sinceridad para expresarle todo lo que hay en nuestras emociones y nuestra mente.

– El reflexionar en la palabra de Dios de manera cotidiana con la intención sincera de que Dios nos hable a nuestra vida para ser cada día más cercanos a Él y más semejantes a Jesús.

– También debemos procurar practicar el congregarse habitualmente en una iglesia que enseñe apropiadamente las doctrinas bíblicas y disfrutar del amor de Dios por medio de la amistad y el cariño de los hermanos.

Como debemos relacionarnos con Dios

La palabra de Dios es clara en decirnos que una vez aceptamos a Jesús como señor y salvador personal, a través del bautismo nos unimos a Cristo como parte de la familia de Dios.

Nos convertimos en hijos de Dios y Dios se convierte en nuestro padre.

La forma en la que debemos procurar relacionarnos con Dios es como amorosos hijos obedientes, con un bondadoso y amoroso padre.

Es una relación cercana y profunda de respeto, confianza y amor genuino.


Qué puedo hacer para mejorar mi relación con Dios

Quisiera presentar el tema de qué hacer para mejorar tu relación con Dios la perspectiva propuesta por una de mis historias favoritas en la biblia.

La del hijo pródigo.

Al leerla me gustaría que reflexionaras acerca de cuál era la imagen que los hijos tenían del padre, y como esa imagen afectaba la forma como se relacionaban con él y también entre ellos.

Historia bíblica para mejorar la relación con Dios

Leamos esta hermosa historia juntos:

(…)Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.

 

No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.

 

Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.

 

Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.

 

Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.

 

Y volviendo en sí, dijo:

 

¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

 

Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

 

Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

 

Y levantándose, vino a su padre.

 

Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

 

Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

 

Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.

 

Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

 

Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

 

Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.

 

Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.

 

Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.

 

Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

 

Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.

 

Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

 

| Lucas 15: 11-32

En esta historia, la figura del padre representa a Dios, y los hijos somos los seres humanos.

Quisiera hacer algunas observaciones acerca de cada hijo, que nos ayudan a comprender cómo mejorar nuestra relación con Dios.

#1 Desarrolla una relación de confianza con Dios.

El primer paso para mejorar tu relación con Dios de acuerdo con esta historia es que le pidas a Dios que te revele su carácter en Jesucristo para que puedas desarrollar una relación de confianza profunda con Él.

Pensemos en el primer hijo, hay una razón por la cual él decide deshonrar a su padre reclamando su herencia e irse lejos de su lado.

Este tipo de comportamiento es común entre nosotros los jóvenes.

La idea de que de alguna manera hay algo que nuestros padres no entienden o no saben de la vida.

La idea de que sus consejos, sus perspectivas de vida no son válidos, y que, por el contrario, son restrictivos e inconvenientes para nosotros.

Desde esa perspectiva, ese hijo probablemente tomó la decisión de marcharse lejos de su padre porque no confiaba en él.

No comprendía que su padre quería lo mejor para él y que lo que intentaba hacer era ayudarlo a vivir de la mejor manera.

Querido lector, los seres humanos con frecuencia cometemos ese mismo error con respecto a Dios.

Desde el día en que Eva decidió comer del fruto que Dios le había dicho que no comiera hasta el día de hoy, en que hacemos tantas cosas que Dios en su amor nos ha dicho que no son buenas para nosotros.

Pensamos de alguna manera que hay algo que Dios no sabe, que hay algo que Dios nos oculta, que hay algo bueno, que Dios no quiere que disfrutemos.

Y como aquel hijo no confiaba en su padre, nosotros desconfiamos de la sabiduría y el amor de Dios.

#2 Comprende la misericordia y el perdón de Dios por ti.

El segundo paso para mejorar tu relación con Dios de acuerdo con esta historia es que le pidas a Dios que te revele su carácter en Jesucristo para que puedas comprender su infinita misericordia para contigo y su inmensa capacidad de perdón para con tus equivocaciones.

Otra observación que me gustaría hacer acerca de aquel hijo que se fue, es la de que cuando él se arrepiente y decide volver a casa, él piensa que lo que hizo estuvo tan mal que no hay manera de que su padre lo reciba.

El único modo posible es que él se convierta en un siervo de su padre.

Aquel hijo no comprendía que el amor de su padre era incondicional, y que no dependía de lo que él hiciera o dejara de hacer.

Del mismo modo, tú y yo podemos pensar que el amor de Dios es condicional a nuestro desempeño.

Que de alguna manera él no nos puede perdonar completamente todo lo que hemos hecho, y eso hace que dudemos en volver a él o que volvamos, pero no podemos considerarnos ya más sus hijos.

#3 Comprende que el amor de Dios es incondicional, no depende de tu desempeño.

El tercer paso para mejorar tu relación con Dios de acuerdo con esta historia es que le pidas a Dios que te revele su carácter en Jesucristo para que puedas comprender que él te ama incondicionalmente, aun en los momentos en que cometes errores y te alejas de Él. Que él no te ama más ni menos dependiendo de lo que haces o dejas de hacer.

Ahora, pensemos en el segundo hijo, me gustaría hacer también algunas observaciones acerca de la imagen que él tenía de su padre.

Notemos que este hijo no comprendía el corazón de su padre.

Para él, era insólito que su padre recibiera a su hermano con tal fiesta después de lo que su hermano había hecho.

Desde su perspectiva, aquel padre debía tratar a su hijo como a alguien ajeno a la familia debido a sus errores.

Esta imagen de su padre como alguien implacable era la que lo motivaba a quedarse a su lado.

La que lo motivaba a obedecer y la razón por la que día a día iba a trabajar.

Tristemente, vivía con su padre, pero no lo conocía y no se relacionaba con él de la forma correcta porque pensaba que su desempeño era el que garantizaba la fidelidad del padre.

Del mismo modo, nosotros también erramos al pensar que, es nuestra obligación ganar el amor de Dios mediante nuestro desempeño y eso interfiere en nuestra relación con él.

El miedo nos motiva en la obediencia, más no el amor y la unidad.

#4 Extiende la gracia y el perdón de Dios a otros

El cuarto paso para mejorar tu relación con Dios de acuerdo con esta historia es que le pidas a Dios que te ayude a poner en práctica lo que recibes de Él con otras personas en tu vida diaria. Esto implica perdonar a otros, aunque consideres que no se lo merecen.

La imagen que este hijo tenía de su padre también afectaba la relación que tenía con su hermano.

Él no podía perdonar los errores de su hermano porque a su juicio el padre no debería perdonarlo.

La gracia y la misericordia son pilares fundamentales del reino de Dios en el cual cohabitamos y si no comprendemos que Dios es un padre amoroso que se deleita en la misericordia y en la gracia para con nosotros mismos no podremos extender esa gracia hacia nuestros semejantes.

#5 Comprende el verdadero carácter de Dios.

El quinto paso para mejorar tu relación con Dios de acuerdo con esta historia es que le pidas a Dios que te revele su verdadero carácter en Jesucristo para que puedas conocerlo por quien Él realmente es, más allá de las ideas equivocadas que existen en el mundo.

Pensemos ahora en el padre de la historia, ¿quién dice Jesús que es Dios?

¿Cuál es la imagen correcta y verdadera de Dios?

Lo primero que vemos en aquel padre, es que él deja a sus hijos ser libres.

Él no obliga o intimida para provocar obediencia.

Su hijo quiso partir con los bienes de su padre y con dolor su padre lo permitió.

Otra observación importante es que, en la historia, el padre espera al hijo, mirando hacia la distancia, quizá como de costumbre, un día por fin lo ve volver.

Al verlo volver, él no espera a que el hijo llegue, sino que, alzándose sus vestiduras de la época, sale corriendo a encontrarlo y ayudarlo a regresar a casa.

No lo reprocha, no le reclama por el dinero despilfarrado, no le recrimina su falta de sabiduría y su desobediencia.

Por el contrario, lo abraza, lo besa, se alegra.

Cubre su apariencia de vergüenza y lo restaura como un hijo.

Aún más, podemos ver cómo en la historia, el padre también va en busca del segundo hijo.

En lugar de portarse con el de forma áspera, va y lo busca para persuadirlo de que entre a la fiesta y no solo eso, sino que le ruega, le ruega que entre.

Jesús presenta al padre eterno, a Dios, como un padre tan amoroso, carente de orgullo y vanidad.

Que por amor a nosotros, está dispuesto a buscarnos y a insistir desesperadamente para que salgamos de nuestros errores y equivocaciones.

Conclusión

Querido lector, ¿qué conceptos o ideas hay en tu vida que interfieren en tu relación con Dios?, ¿es tu idea de Dios la que Jesús presentó tantas veces?

Si no lo es, ¿puedes imaginarte de lo mucho que te estás perdiendo en la vida?, ¿puedes imaginarte cuanto daño te estás haciendo al no comprender el corazón del padre?

Comprender estas cosas son el elemento clave para mejorar tu relación con Dios.

Es mi deseo que estas líneas puedan abrir tus ojos a la realidad del amor de Dios y puedas abrirle tu corazón completamente.

Que puedas empezar a confiar en él y a esperar lo mejor de su mano.


Cómo puedo recuperar mi relación con Dios

Para recuperar tu relación con Dios, es necesario que te arrepientas de tus pecados, que aceptes a Jesús como tu salvador personal, y que le pidas a Dios que te ayude a dejar de lado lo que te aparta Él y cosas seculares que interfieran en tu relación con el Señor.

Que le pidas que te ayude a comprender y aceptar su amor por ti de manera individual e íntima.

Que te ayude a comprender que Él nunca se rinde contigo, y que tú tampoco debes rendirte con el aunque caigas.

Es necesario que apartes tiempos especiales para la oración, el estudio de la palabra, ir regularmente a la iglesia, e incluso ayunar.

Es importante tener paciencia en este proceso, podemos no ver cambios inmediatos, pero comenzaremos a verlos con el paso del tiempo poco a poco.


¿Y tú qué piensas? ¿Cómo es tu relación con Dios? ¿Cuál es tu experiencia? Comparte en los comentarios.


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