A menudo, la Biblia ha sido criticada por promover la desigualdad de género y el machismo en lugar de fomentar la igualdad y el respeto entre hombres y mujeres.
La problemática del machismo es una cuestión muy relevante en nuestra sociedad actual, tanto fuera como dentro de la iglesia.
Sin embargo, es importante abordar este tema de manera objetiva y analizar la perspectiva bíblica sobre el machismo para poder entender su impacto y cómo podemos luchar contra él.
¿Realmente la Biblia es un libro machista? ¿O es una interpretación errónea de sus enseñanzas?
En este artículo, nos adentraremos en la perspectiva del machismo en la Biblia y su relevancia en la discusión actual.
Acompáñanos en este viaje de exploración y reflexión sobre este importante tema.
📚 Debes leer: Si estás interesada en aprender más sobre las mujeres de la Biblia y su papel en la historia, te recomiendo que leas «Las 100 principales mujeres de la Biblia» compilado por Barbour Staff.
I. La Igualdad de género en la Biblia
Con frecuencia encontramos personas que afirman que la biblia es un libro machista que promueve de desigualdad entre el hombre y la mujer.
Es común ver que se toman textos de la biblia para justificar esa premisa.
Sin embargo, al analizar el tema desde una perspectiva holística, ¿cuál es la verdad sobre el machismo en la biblia?
Desde mi perspectiva, la Biblia presenta una visión clara sobre el género y la igualdad de hombres y mujeres, y cómo ambos fueron creados a imagen y semejanza de Dios (Imago Dei).
Para aproximarnos a responder a esa pregunta te invito a leer un pequeño aparte de ese libro, en el que analizaremos cómo la Biblia presenta una visión positiva de la igualdad de género y su importancia para la sociedad y la iglesia:
(…) en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer.
Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.
1 Corintios 11: 11-12
En días pasados estaba teniendo una plática con alguien acerca de por qué la biblia es machista y uno de los ejemplos que se presentó fue que la biblia enseña que el primero en ser creado fue el hombre y luego la mujer fue creada a partir del hombre.
Así las cosas, el hecho de que el hombre hubiera sido creado primero, mostraba a la persona que Dios tenía preferencia por el hombre.
Así mismo, el hecho de que la mujer hubiese sido creada a partir de una costilla, mostraba que la mujer era dependiente del hombre.
Curiosamente, mi respuesta, iluminada por el espíritu santo, fue que de acuerdo con esa lógica, la mujer al dar a luz se constituye superior al hombre. Por lo tanto, Dios es feminista porque los hombres dependemos de las mujeres para existir.
Nuestro texto del día lo expresa mejor:
«así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.»
El ejemplo anterior nos muestra como una perspectiva subjetiva, nos puede hacer leer cosas en la biblia que no están implícitas en sus relatos.
El texto de estudio de hoy, aclara que para Dios, tanto el hombre como la mujer son una sola unidad humana.
«ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer»
Esto realmente quiere decir que ninguno tiene más valor que el otro y que juntos son hijos de Dios.
Quiere decir que el señor no tiene preferidos, y que nosotros tampoco debemos hacer ningún tipo de excepción.
En la biblia, la mujer es fundamento de la iglesia, fundamento de la sociedad y debe ser amada y altamente respetada en el amor de Cristo.
Jesús mismo, al venir a esta tierra, nació de una mujer y tuvo una madre a quien honró, amó y respetó.
Así mismo, el Señor Jesús en muchas ocasiones tomó acciones riesgosas para proteger la dignidad de las mujeres y para mostrar su aprecio por ellas.
Muchos de los encuentros y milagros que Jesús realizó incluyeron a mujeres. La mujer de junto al pozo, la mujer enferma de flujo, el exorcismo de Maria Magdalena, la mujer atrapada en adulterio, entre muchos otros.
En todos los casos, Jesús mostró amor y dignidad por las mujeres y nos dio ejemplo a sus seguidores para que hagamos lo mismo.
La Biblia ha sido interpretada de diferentes maneras con respecto al género y la igualdad. Algunos argumentan que la Biblia enseña que hombres y mujeres son iguales en valor y valor porque comparten la misma imagen divina. La doctrina de Imago Dei es la razón por la cual la perspectiva complementaria evita cualquier noción de superioridad masculina o inferioridad femenina.
Sin embargo, otros argumentan que la Biblia no aboga por la igualdad de género. Ciertos pasajes o leyes del Antiguo Testamento sobre el trato a la mujer dejan una primera impresión inquietante. Sin embargo, debemos comprender que muchos de los relatos bíblicos estan ahí hablando de las realidades en que la gente vivía, los errores que cometían, y no necesariamente para que imitemos esas realidades.
En muchos casos estan ahí para enseñarnos lo que no debemos hacer y que aprendamos de los errores que cometieron las personas en sus historias.
Es importante notar que Dios creó al hombre y la mujer iguales en su diseño original, pero que por causa del pecado la armonía original se perdió llevando a que las relaciones evolucionaran de forma diferente al plan de Dios.
Dios nunca indica la inferioridad del género femenino como razón de esta diferencia de roles. Dios es un Dios de orden y creatividad. Lo demostró cuando creó animales, plantas, incluso el sol, la luna y las estrellas. Vemos orden en muchas áreas de la vida.
II. La presencia del machismo en la Biblia
Es importante reconocer que, a lo largo de la Biblia, se pueden encontrar narrativas y personajes que reflejan actitudes que podrían considerarse machistas en nuestra sociedad actual. No obstante, es necesario analizar estas actitudes críticamente y entender cómo reflejan el contexto cultural e histórico en el que se escribió la Biblia.
En algunos pasajes bíblicos se pueden observar actitudes que reflejan una mentalidad patriarcal y machista, tales como la subordinación de la mujer al hombre, la creencia en la superioridad masculina, y la aceptación de la violencia contra la mujer.
Sin embargo, es importante considerar el contexto histórico y cultural en el que se escribieron estos pasajes. En la sociedad patriarcal y machista de la época en la que se escribió la Biblia, estas actitudes eran comunes y aceptadas. De hecho, muchas culturas en la época tenían normas similares y las mujeres no tenían un estatus igual al de los hombres.
Estos relatos no están ahí necesariamente para que los imitemos, puesto que simplemente presentan hechos reales de personas que vivieron como nosotros afectadas por el pecado. Estan allí sino para que aprendamos de ellos.
A pesar de esto, como lo vimos en el aparte anaterior, también hay que tener en cuenta que la Biblia también contiene una gran cantidad de pasajes que abogan por la igualdad de género y la dignidad de todas las personas, independientemente de su género. La Biblia presenta a mujeres valientes y poderosas como Débora, Rut y Ester, y Jesús mismo trató a las mujeres con respeto y dignidad, a menudo desafiando las normas culturales de la época.
III. La Biblia no es machista
Es importante señalar que, a pesar de algunas narrativas y personajes que pueden reflejar actitudes machistas, la Biblia no es una fuente de machismo. Por el contrario, la Biblia promueve la igualdad de género y la dignidad de todas las personas, independientemente de su género.
Existen varios argumentos que demuestran que la Biblia no respalda el machismo como actitud o práctica. Por ejemplo, la Biblia presenta a Dios como un ser que valora por igual tanto a hombres como a mujeres, ya que ambos fueron creados a su imagen y semejanza. Asimismo, la Biblia presenta pasajes que condenan la violencia y la opresión de cualquier persona, incluyendo a las mujeres.
La Biblia también presenta a mujeres como figuras fuertes e importantes en la historia, como Eva, Sara, Miriam y María. Además, Jesús desafió las normas culturales de la época al tratar a las mujeres con respeto y dignidad, y al incluirlas en su ministerio.
IV. Dios y el machismo
Es importante entender que las actitudes machistas no son una característica inherente de Dios, sino que pueden atribuirse a una interpretación errónea de la naturaleza de Dios y su relación con el género. Es decir, a menudo se proyectan estereotipos culturales y de género sobre Dios, en lugar de comprender su verdadera naturaleza.
Por ejemplo, algunos pueden interpretar las narrativas bíblicas de la creación de Adán y Eva como una muestra de la superioridad masculina, sin embargo, la Biblia presenta a ambos como igualmente valiosos ante los ojos de Dios. Asimismo, algunos pueden interpretar erróneamente las enseñanzas bíblicas sobre el liderazgo y la sumisión en el matrimonio como una justificación para la opresión de la mujer, cuando en realidad se trata de una relación mutua y de respeto.
La comprensión correcta de la naturaleza de Dios, como un ser de amor y justicia, puede influir positivamente en la lucha contra el machismo en la sociedad y en la iglesia. Al comprender que todas las personas, sin importar su género, son amadas y valoradas por Dios, podemos trabajar juntos para eliminar la discriminación y la opresión en todas sus formas.
Es importante tener en cuenta que, aunque Dios es visto a menudo como masculino en la Biblia, esto no significa que Dios sea exclusivamente masculino o que se identifique con el género binario. Dios trasciende las limitaciones humanas de género y es igualmente accesible y amoroso para todas las personas, independientemente de su género.
Dios y el machismo son dos conceptos que se han debatido durante mucho tiempo. Algunas personas afirman que Dios y la Biblia son sexistas porque contienen algunos pasajes que parecen implicar que las mujeres son inferiores o están subordinadas a los hombres.
Otros afirman que Dios y la Biblia no son sexistas porque retratan fielmente el resultado del pecado, tanto de hombres como de mujeres, y también muestran la revelación progresiva del plan de Dios para curar el pecado y sus consecuencias, incluida la discriminación de género.
Dios es un Dios de orden y creatividad. Él estableció el orden en la sociedad, no en el hombre, y es el autor de los principios de autoridad. Sin embargo, como en cualquier otra situación, el hombre caído ha corrompido este orden.
Eso ha resultado en desigualdad e injusticia en la posición de hombres y mujeres a lo largo de la historia. La exclusión y discriminación que encontramos en nuestro mundo no es algo nuevo. Es el resultado de la caída del hombre y de la introducción del pecado en el mundo. Por lo tanto, podemos decir con justicia que el término y la práctica de “sexismo” es el resultado del pecado.
La cruz de Cristo es el gran igualador. Juan 3:16 dice “…que todo aquel que cree…” y esa es una afirmación que incluye a todos sin excluir a nadie, en base a su posición social, capacidad mental o género.
También encontramos un pasaje en Gálatas, que nos habla de nuestra igualdad de oportunidades para la salvación. “Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:26-28).
No hay sexismo en la cruz.
V. Conclusión
Es importante comprender la naturaleza de Dios y su relación con el género para luchar contra el machismo en la sociedad y en la iglesia.
En última instancia, la igualdad de género y la dignidad de todas las personas, independientemente de su género, son valores bíblicos que debemos defender y promover en nuestra vida diaria.
¿Y tú qué piensas? ¿Crees que la biblia es machista? ¿Cuál es tu experiencia? Comparte en los comentarios.
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