13 Características De Una Persona Legalista

En el mundo cristiano, existe un fenómeno que a menudo pasa desapercibido pero que tiene un impacto significativo en la vida de las personas: el legalismo. Esta mentalidad restrictiva puede manifestarse de diversas formas y afectar nuestra relación con Dios y con los demás.

Todos conocemos a alguna persona legalista. Quizá nosotros mismos somos esa persona en nuestro grupo de amigos.

En esta publicación, exploraremos las características de una persona legalista desde una perspectiva cristiana, con el objetivo de fomentar una comprensión más profunda y un enfoque equilibrado.

Al analizar detenidamente estos rasgos, podremos cultivar una vida centrada en la gracia y el amor de Dios, en lugar de caer en una mentalidad legalista que nos aleje de su propósito para nosotros.

Así que, adentrémonos en este tema y descubramos cómo identificar y superar las tendencias legalistas en nuestra vida cristiana.


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¿Qué es una persona legalista según la Biblia?

En la biblia, una persona legalista es aquella que centra su vida cristiana en las normas y no en los principios.

Se trata de una persona que no busca entender la intención de Dios al darnos un mandato, sino que quiere hacer cumplir lo que interpreta de la biblia a toda costa.

Sin importar si su interpretación es adecuada o si aún es de necesaria aplicación.

Una persona legalista es aquella que no ha podido entender a un la gracia y el amor de Dios y por eso busca la forma de merecer la salvación.

Ejemplos de personas legalistas pueden ser los fariseos en el tiempo de Jesús que ponían normas innecesaria y difíciles de cumplir pensando que a Dios le agradaba eso.

En algunos casos la biblia también los llama débiles en la fe, por no entender estos temas fundamentales.


13 Características de una persona legalista

Una persona legalista es aquella que se enfoca en aplicar de manera explícita y literal las leyes, ya sean humanas o religiosas anteponiéndose a todo.

Una persona legalista es aquella que centra su vida cristiana en las normas y no en los principios. Se trata de una persona que no busca entender la intención de Dios al darnos un mandato, sino que quiere hacer cumplir lo que interpreta de la biblia a toda costa.

Un legalista posee la creencia de que al tener identificadas todas las leyes de Dios y obedecerlas como sus mandatos, pueden resolver todo en la vida.

A continuación, te presento algunas de las características que pueden identificar a una persona o congregación legalista:

  1. Enfatizan los cambios externos, no los internos.
  2. Reducen la vida cristiana a una cuestión de conducta externa.
  3. Se enfocan en el cumplimiento de reglas y normas.
  4. Son críticos y juzgan a los demás.
  5. No aceptan la diversidad de opiniones.
  6. Son inflexibles y no toleran el cambio.
  7. Considera que la única verdad revelada se encuentra en la denominación a la que asiste.
  8. Vive conforme a normas y reglamentos, generalmente impartidas por sus líderes, las cuales valida como el único camino para ser salvos.
  9. Considera que, al no acatar las normas y reglamentos, se pierde la salvación.
  10. Considera que solamente si hace buenas obras y no se equivoca, encontrará la aceptación de Dios.
  11. No tiene libertad para disfrutar de la vida.
  12. No tiene una relación personal con Dios.
  13. No tiene amor por los demás.

Ejemplos de personas legalistas en la biblia

Me gustaría compartir un texto bíblico que presenta una idea interesante que podríamos aplicar a este tema.

Léelo conmigo:

“Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.

Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.

Porque ni siquiera Cristo se agradó a sí mismo(…).

Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.”

‭‭Romanos‬ ‭15:1-3, 5-7, 13‬‬‬

Los versículos de hoy registran lo sucedido con unas personas que podríamos denominar legalista en la iglesia de Roma.

Ellos creían que un asunto trivial como lo era la comida, era crucial para la salvación, cuando no es así.

Estos legalistas, a quienes el apóstol llama débiles en la ge, querían que los demás hicieran lo que ellos decían respecto de la comida.

Pero los otros hermanos no querían porque no estaban de acuerdo y estaban en medio de una controversia.

Basados en este texto podemos proponer una alternativa para tratar con persona legalista según la Biblia.


Cómo tratar con personas legalistas según la Biblia

En mi opinión, el texto bíblico anterior es un pasaje particularmente hermoso y nos enseña como podemos tratar con las personas legalistas que encontramos incluso en nuestras iglesias.

Uno de esos pasajes que me pone a reflexionar lo bello que es ser un seguidor de Cristo.

La persona es más valiosa que tener la razón

Cuando nos encontremos con una persona legalista, tratemos de mirarla no como un enemigo, sino como un hijo de Dios.

Básicamente, lo primero que Pablo está diciendo en el anterior capítulo y este es, y que tiene que ver con las personas legalistas de su época es:

“Existe un grupo de personas que tienen opiniones, de cosas no trascendentales, las cuales son diferentes a las nuestras.

Sin importar que estén equivocados, no los contradigan, ni se permita pelear por cosas triviales.

Simplemente demuestren el amor de Cristo al aceptar, y respetar lo que ellos proponen, y mantener la unidad del cuerpo de Cristo.

No los hieran ni los rechacen, es más apártense de lo que a ellos nos les agrada y que para nosotros no es importante por amor a guardar la fe de ellos.”

Con esto el apóstol nos está recordando que la persona es más valiosa que tener o no la razón.

Si el tema no es trascendente para vida eterna.

No deberíamos ponernos a pelear con la gente legalista por él.

Podemos ceder por amor a los legalistas

En un mundo donde muchos suponemos y queremos tener la razón por encima de los demás.

En un mundo donde discutimos y peleamos por pequeñeces, simplemente para demostrar que nosotros estamos en lo correcto y los otros están equivocados.

En ese mundo donde prima el yo y mi opinión.

El apóstol dice, no.

“El tema no es trascendental para la fe. Ni siquiera vale pena discutir por eso así tengamos la razón. Por amor a ellos simplemente no los contradigan y ya.”

Y no solo esto, sino que nos enseña, y nos dice que, aun si tenemos que dejar de hacer algo que para nosotros está bien, y que nos agrada, por amor a la fe de nuestros hermanos, simplemente lo dejemos de lado.

Las personas legalistas nos presentan a nosotros una oportunidad de amar como Jesús amo.

De pulir nuestro carácter.

En lugar de pelear con ellas, amémoslas, evitemos los conflictos innecesarios y oremos por ellas.

Dios a su tiempo les ayudará.


Conclusión

Al analizar las características de una persona legalista desde una perspectiva cristiana, nos encontramos con un panorama que destaca la rigidez en la interpretación de la ley, el juicio constante hacia los demás, la dependencia excesiva en las obras, la falta de amor y compasión, y la ausencia de libertad y gozo en la vida espiritual.

Es crucial reconocer que una fe basada exclusivamente en el legalismo puede alejarnos de la esencia misma del mensaje cristiano: el amor y la gracia de Dios. Si bien es importante obedecer los principios bíblicos, también debemos recordar que la salvación y la relación con Dios no se ganan mediante nuestras propias obras, sino a través de la gracia y el sacrificio de Jesucristo.

En lugar de enfocarnos en una mentalidad legalista, se nos anima a vivir en una profunda relación con Dios basada en el amor, la compasión y la libertad. Reconozcamos nuestras propias limitaciones y permitamos que la gracia de Dios nos transforme, no solo para nuestra propia salvación, sino también para ser instrumentos de su amor y gracia hacia los demás.

Recordemos siempre la invitación de Jesús de cargar su yugo, que es suave y ligero, liberándonos de la carga pesada del legalismo. Busquemos una fe equilibrada que abrace la verdad de la Palabra de Dios y se manifieste en amor, compasión y gozo.

En última instancia, el legalismo no nos acerca a Dios, sino que puede alejarnos de su verdadero propósito para nuestras vidas. Anhelamos una fe que nos llene de vida y nos conecte más íntimamente con nuestro Creador. Que en cada paso que demos, encontremos la gracia de Dios extendiendo su amor y compasión hacia nosotros y hacia aquellos que nos rodean.


Oración

Señor tu “el Dios que infunde aliento”; “el Dios de la esperanza” enséñame a amar como tú a los demás.

Enséñame a despojarme de mi mismo en amor por mis hermanos aun cuando tenga que dejar de agradarme a mí mismo o incomodarme en beneficio de ellos.

Que la prioridad de mi vida seas tú y el cuidado, el servicio y el amor por lo que tú también amas.


¿Eres una de esas personas legalista? ¿Conoces a alguien así? ¿Cuál es tu experiencia? Comparte en los comentarios.


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