Soy cristiano y estoy deprimido ¿Qué hago? | Según la Biblia

Hace algunas semanas leía que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.

El mundo aún no se ha recuperado completamente del coronavirus, las cuarentenas, el aislamiento y la perdida de seres queridos.

Estas cosas nos ha afectado a todos.

No sabemos cuantas personas hayan empezado a sufrir de esta enfermedad y se sumen a las cifras de la OMS.

Hoy por medio de esta entrada quisiera recordarte que la depresión es una enfermedad.

Si necesitas ayuda profesional, no temas buscarla.

Sentirse deprimido no es algo ajeno a los cristianos.

Todos, por diferentes situaciones, podemos estar en riesgo de caer en ella.

A menudo recordamos al profeta Elías por su valentía en el Carmelo.

Pero lo que la mayoría de nosotros olvidamos es que, después de este glorioso evento, Elías se deprimió al punto de querer morir

Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.

 

| 1 Reyes 19:4

En el caso del profeta Elías, la depresión lo ataco de forma repentina.

Fue después de un evento de mucho estrés, pues vio morir a 800 personas, que fueron ejecutadas por ser adoradores de Baal.

También sufrió una amenaza de muerte por parte de la reina Jezabel.

Pero a nosotros, o alguno de nuestros familiares, nos puede llegar de forma silenciosa.

Aunque no soy una experta en el tema, me gustaría compartir algunos tips bíblicos para prevenir la depresión.

También aplican para mejorar nuestro estado de ánimo, si estamos tristes.

Reconoce la Perdida

En primer lugar, identifica que es lo que está provocando ese sentimiento.

Usualmente la tristeza viene como reacción a una perdida, tal vez de trabajo, un amor, un familiar, entre otros.

Reconocerlo nos ayuda a hacer el duelo debido para luego resurgir.

Si crees que tu corazón está muy adolorido, y piensas que nadie te entiende, recuerda:

cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.

 

| Salmos 34:18

Acepta

Segundo, después de identificar la causa de tu tristeza, haz el debido duelo.

Date la oportunidad de hacer cosas como llorar, descansar, orar, contarle a alguien.

Te recomiendo especialmente orar.

Cuéntale a Dios tus tristezas entendiendo que Él te escucha.

En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, tú me diste consuelo y alegría

 

| Salmos 94:19

Renueva tu Mente

Tercero, no dejes que tu mente vuelva al asunto.

Reemplaza ese pensamiento con un versículo, o trayendo nuevas ideas a la mente.

Tenemos la tendencia a darle vuelta al asunto una y otra vez, creando un círculo vicioso del que después será mucho más difícil salir.

Por favor no te hundas en las redes sociales, Netflix o la televisión.

Eso solo te hará sentir más triste.

Si sientes el deseo de ver algo, o no puedes dejar de pensar en lo que pasó, sal a caminar.

También intenta salir con tus amigos, intenta hacer algo que te apasione o algo nuevo.

Puedes intentar repetir varias veces en voz alta, estos versículos:

Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.

 

Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano;
puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme.
 

Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios.

 

Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor.

 

| Salmos 40:1-3

Celebra

Cuarto, disfruta las pequeñas victorias.

Si has decidido empezar a hacer deporte, y hoy corriste veinte minutos, celébralo.

Si memorizaste un nuevo versículo, cuéntaselo a tus amigos.

Empieza a disfrutar de nuevo las cosas simples.

Cuando hables de tu perdida, porque no faltará la persona indiscreta que te pregunte, trata de encontrar algo positivo.

Intenta enfocarte en mencionar lo que aprendiste de esa experiencia.

Cuéntala como lo dice el rey David:

Tú cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza y me rodeas de alegría.

 

| Salmos 30:11

Ayuda

Por último, ayuda a otros.

De acuerdo al libro Inteligencia emocional de Daniel Goleman, una de las mejores formas de cambiar nuestro estado de ánimo es sirviendo.

Busca un lugar donde puedas ser voluntario o voluntaria en tu tiempo libre.

Enséñale a leer a un niño o niña que no puede ir a la escuela.

Recoge un mercado y llévaselo al más necesitado.

El apóstol Pablo nos dice:

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.

 

| 2 Corintios 1:3-4

Conclusión

Dios está interesado en tu salud mental, no eres pecador o menos cristiano por sentirte deprimido, Él desea escucharte, consolarte y darte un nuevo comienzo.


¿Y tú qué piensas? Cuéntanos si estos consejos te han ayudado. Comparte en los comentarios.


¿Estás batallando con algún problema o circunstancia difícil en tu vida, y sientes que necesitas ayuda?

Estamos aquí para ti. Te ofrecemos la posibilidad de hablar con alguien que te ayude a atravesar todas esas cosas difíciles, siempre de la mano de Dios.

consejería cristiana descuento

Utiliza el cupón DIOSPRIMERO2022 cuando vayas a hacer el pago, y obtén un 50% de descuento.

Bendiciones y un abrazo.

Deja un comentario