Aunque muchos no lo sospecharían, el tema de las relaciones tóxicas en la Biblia es más bien de gran importancia.
Es interesante notar que una parte importante de la biblia se ocupa de orientarnos para que tengamos relaciones saludables con otros.
Sin duda, Dios está interesado en que vivamos en paz con los demás y que construyamos relaciones sanas y justas.
Cuando cuidamos la forma en que nos relacionamos con otros, y evitamos las relaciones tóxicas, también edificamos los planes de Dios para ayudar a las personas a reconciliarse con Él.
Por eso el día de hoy quisiera compartir contigo nueve consejos bíblicos para tener relaciones saludables y evitar relaciones tóxicas.
Para hacerlo te invito a leer un pequeño fragmento de la biblia:
Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.
«Si se enojan, no pequen». No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol, ni den cabida al diablo.
El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.
Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.
No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.
Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Efesios 4: 25 – 32
El texto bíblico del día de hoy proviene de la carta a la iglesia de Éfeso escrita por el apóstol Pablo.
En este fragmento de la carta, el apóstol está interesado en animarles a que vivan en armonía los unos con los otros.
De sus palabras podemos extraer valiosos consejos para tener relaciones saludables.
#1 Decir la verdad
El primer consejo para tener relaciones saludables que se nos presenta es hablar siempre con la verdad.
Un importante fundamento para construir una relación saludable es la confianza.
Cuando mentimos, estamos enseñándole al otro que no puede confiar en nosotros, de este modo al no haber confianza nuestras relaciones se tornan tóxicas y no pueden florecer.
Aun cuando decirnos la verdad sea difícil en el momento, a largo plazo siempre será más beneficioso.
#2 No aferrarse al enojo
Enojarse con los demás es algo perfectamente natural en cualquier relación real.
Incluso a veces llega a pasarnos en nuestra relación con Dios.
Me atrevería a decir que enojarse ocasionalmente, y comunicarlo, es saludable para nuestras relaciones.
Es por esto que el segundo consejo que recibimos para tener relaciones saludables, es no permanecer enojados por largos periodos de tiempo.
Por nuestro propio bien deberíamos procurar procesar nuestras emociones, y buscar la reconciliación y el perdón tan pronto como sea posible.
Si no lo hacemos, nuestro enojo se vuelve un cáncer que termina invitándonos a la venganza, y hace que nuestras relaciones se vuelvan tóxicas.
#3 No quitar, sino dar
En nuestras interacciones con otros, deberíamos tener una actitud de servicio desinteresado.
Aquel que entabla relaciones con el fin primario de tomar ventaja y beneficiarse a sí mismo, está manifestando una actitud tóxica e inmadura.
Para que una relación adulta sea saludable debe ser recíproca, por esta razón el tercer consejo que se nos da para evitar relaciones tóxicas es no robar a los demás.
Edificar nuestras relaciones sobre la base de la honradez y la generosidad.
#4 Hablar de forma edificante
La forma en que hablamos revela mucho de lo que hay en nuestra mente y corazón.
Como bien dice el sabio proverbio, de la abundancia del corazón habla la boca.
Cuidar lo que hay en nuestro corazón hace que cuando hablemos, lo hagamos de forma sana, positiva y estimulante.
Cualquier persona puede tener un mal momento y decir cosas que no debería en la forma que no debería. Aun así, en lugar de hablar cosas vulgares, ofensivas, tóxicas y triviales, procuremos expresar ideas que aporten valor a nuestros interlocutores.
#5 Cuidar nuestra relación con Dios
El quinto consejo que recibimos para tener relaciones saludables es el de no agraviar al Espíritu Santo.
Todas nuestras relaciones humanas están conectadas de algún modo a unas pocas relaciones primarias.
La primera de ella y la más importante es nuestra relación con Dios, seguida de esta va nuestra relación con nuestros padres.
Nuestra relación con Dios es la más importante de las relaciones que tenemos en nuestra vida, no solo porque de ella depende la forma como nos relacionamos con los demás, sino porque tiene implicaciones eternas.
En mi propia vida he descubierto que cuanto más cerca me siento de Dios, mejor y más fácil me resulta relacionarme con otros.
#6 Controlar las emociones negativas
Nadie está exento de experimentar emociones negativas, sin embargo, aferrarnos a emociones como la amargura, la ira y el enojo, afectan negativamente la salud de nuestras relaciones.
Es importante identificar esas emociones cuando ocurren, entender que no siempre lo que se siente es real, y procurar manejarlas de forma saludable.
Cuando en nuestras interacciones con otros le damos lugar a los gritos y calumnias, estamos destruyendo el respeto, y permitiendo que nuestras relaciones se tornen tóxicas.
Controlar nuestras emociones para tratar al otro como me gustaría ser tratado es fundamental.
#7 Ser bondadoso
El séptimo consejo para tener relaciones saludables es la bondad.
No existe argumento en contra de la bondad.
Quien alguna vez haya sido tratado con bondad, podrá dar fe de que esta es una característica que, cautiva, genera confianza y derriba muros.
Pedirle a Dios que nos ayude a ser bondadosos, resultará en que podamos tratar a otros de forma más cálida y pacifica, resultando en relaciones más saludables.
También nos dará una noción clara de lo que deberíamos esperar en la forma como otros nos tratan, y poner límites claros sobre lo que podemos aceptar del trato del otro y lo que no.
Esto nos ayudará a evitar relaciones tóxicas.
#8 Ser compasivo
Nuestro octavo consejo para tener relaciones saludables es la compasión.
Cuando interactuamos con otros y no estamos dispuestos a empatizar con ellos, procurar ayudarles y hacerles bien, estamos dando signos de que nuestra forma de relacionarnos es potencialmente tóxica.
En cambio, cuando ejercitamos la compasión, fortalecemos los lazos de confianza y hacemos que la otra persona se sienta comprendida y apoyada.
Esto es un gran logro que solidifica la salud de nuestras relaciones.
#9 Perdonar
El noveno y último consejo para tener relaciones saludables es el perdón.
Alguna vez escuché una canción en inglés cuya letra decía todos lastimamos en algún momento.
Las relaciones saludables requieren también cierto grado de vulnerabilidad. Dado que nos hacemos vulnerables, es natural a veces resultar heridos de un modo u otro.
Perdonar es un arte complejo que se desarrolla con paciencia bajo la tutoría del único maestro perfecto, Dios.
La biblia dice que al que mucho se le perdona mucho ama, tener una actitud perdonadora hace que nuestras relaciones sean viables a largo plazo, y estimula el amor en nuestros semejantes.
En el caso de relaciones tóxicas, no siempre la reconciliación es el camino, pero el hecho de que no sea saludable reconciliarnos no significa que no podamos perdonar.
Conclusión
Querido lector, Dios está interesado en que tengas relaciones saludables con otros y que evites hacer parte de relaciones tóxicas.
No hay otro ser en todo el universo que sepa mejor, lo que es mantener una relación armoniosa sino Dios.
Él coexiste de forma plural en sí mismo.
Si te das la oportunidad de caminar junto a Él, Él no solo te enseñará el camino para que tus relaciones sean saludables, sino que te dará vida eterna y felicidad.
Espero que estas palabras sean de bendición para tu vida.
¿Y tú qué piensas? ¿Cómo podemos evitar relaciones tóxicas? Comparte en los comentarios.
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Bendiciones y un abrazo.
