Diferencia Entre Juzgar y Criticar Según La Biblia

En la Biblia, juzgar y criticar se ven como dos acciones diferentes.

El acto de juzgar es formarse una opinión, mientras que criticar es expresar una opinión.

La crítica debe basarse en la verdad y debe expresarse en amor.

Como cristianos, debemos distinguir entre juzgar y criticar según la Biblia.

No juzgues, para que no seas juzgado. Porque con el juicio que pronunciéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. (Mateo 7:1-2).

Este versículo es un recordatorio de que debemos tener cuidado con nuestras palabras y no debemos juzgar a los demás.

La Biblia también incluye varios ejemplos de crítica constructiva.

Jesús fue bastante crítico con la hipocresía de los fariseos, y expresó su desaprobación con fuerza en varias ocasiones (p. ej., Mateo 23).

Sin embargo, las críticas de Jesús siempre fueron veraces y, en última instancia, amorosas.

Puesto que Dios ama a las personas y quiere lo mejor para ellas, señala las faltas, las deficiencias y los pecados.

Un espíritu crítico nunca se complace.

Un espíritu crítico espera y encuentra decepción dondequiera que mire.

Es lo contrario de 1 Corintios 13: un espíritu crítico juzga con arrogancia, se irrita fácilmente, da cuenta de todo mal y nunca alberga ninguna esperanza de ser complacido.

Tal actitud daña tanto al criticado como al crítico.

Por lo tanto, es importante asegurarse de que nuestra crítica sea edificante y esté basada en el amor.

Juzgar vs Criticar en la biblia

El acto de juzgar es formarse una opinión, mientras que criticar es expresar una opinión.

Juzgar implica tener una opinión sobre algo, señalarlo como bueno o malo.

La crítica, sin embargo, es expresar tu opinión sobre algo sin necesariamente hacérselo saber a la otra persona.

Cuando se trata de juzgar, debemos tener cuidado de no tomar el lugar de Dios y socavar el juicio del Señor.

Debemos ser conscientes de que nuestro juicio se basa en nuestras preferencias y principios, y si juzgamos a los demás en base a nuestros propios estándares, no estamos siendo justos.

Las críticas, sin embargo, no siempre son negativas. Puede usarse para ayudar y apoyar a otros, y debe expresarse de manera respetuosa.

Es importante ser honesto y decir la verdad, pero debemos hacerlo de una manera amorosa y comprensiva.

Debemos recordar que la crítica debe estar enfocada a mejorar el comportamiento de la persona, no a atacar su carácter.

Un verdadero amigo dirá la verdad incluso cuando sea difícil de escuchar:

«Fieles son las heridas del amigo, pero engañosos los besos del enemigo»

Proverbios 27:6.

La crítica piadosa es verdadera y amorosa. Viene de un corazón humilde y afectuoso que desea lo mejor para la otra persona. No es amargo, condescendiente, insultante o despiadado.

2 Timoteo 2:24-25 dice:

«El siervo del Señor no debe ser pendenciero, sino amable con todos, capaz de enseñar, paciente cuando es agraviado, que corrige con mansedumbre a los que se oponen».

Razones bíblicas detrás de juzgar y criticar

Las razones detrás de juzgar y criticar a menudo tienen sus raíces en la inseguridad y el orgullo.

Las personas inseguras pueden juzgar a los demás como una forma de sentirse mejor.

También pueden criticar a los demás como una forma de sentirse poderosos o superiores.

Las personas orgullosas pueden juzgar a los demás para demostrar que tienen razón o son mejores que otra persona.

El miedo a la crítica constructiva es otra razón por la que las personas pueden juzgar o criticar a los demás.

Las personas pueden juzgar a los demás con dureza en un esfuerzo por evitar ser juzgados ellos mismos.

También pueden criticar a otros en un intento de evitar recibir críticas constructivas.

Finalmente, algunas personas pueden tener una necesidad incontrolable de juzgar y criticar a los demás.

Este impulso puede estar enraizado en su crianza, o puede ser un reflejo de sus propias inseguridades o miedos.

Las personas que constantemente juzgan o critican a los demás pueden necesitar curación y deben buscar la ayuda de un profesional o una persona de confianza.

La Biblia establece claramente que no debemos juzgar ni criticar a los demás.

En cambio, debemos ser humildes, amorosos y pacientes con quienes nos rodean.

Debemos concentrarnos en amar a los demás, decir la verdad con amor y corregir con amabilidad.

Debemos esforzarnos por ser amables y comprensivos, y poner a los demás antes que a nosotros mismos.

Responsabilidad y juicio correcto

La rendición de cuentas y el juicio correcto son aspectos importantes de la vida cristiana.

Debemos responsabilizarnos unos a otros según el estándar de las Escrituras, al mismo tiempo que venimos con la intención de gracia y restauración.

La Biblia nos enseña que somos responsables ante Dios y ante los demás.

Estamos llamados a “hablar la verdad en amor” (Efesios 4:15) y “llevar las cargas los unos de los otros” (Gálatas 6:2).

Cuando somos llamados a responsabilizar a alguien, debemos hacerlo con un espíritu de gracia, humildad y amor.

Debemos decir la verdad de una manera que muestre respeto, comprensión y amabilidad.

También debemos estar dispuestos a perdonar y extender la gracia cuando sea apropiado.

Cuando responsabilizamos a alguien, debemos asegurarnos de juzgarlo de acuerdo con el estándar de las Escrituras y no con nuestras propias opiniones o sentimientos.

Estamos llamados a “juzgar con juicio justo” (Juan 7:24) y a “hablar la verdad en amor” (Efesios 4:15).

Debemos recordar que nuestro objetivo final debe ser ayudar a la otra persona a crecer en su fe y acercarse a Dios.

También debemos estar seguros de venir con la intención de gracia y restauración.

Nunca debemos juzgar a alguien por ira o amargura.

En cambio, debemos venir con un espíritu de amor, comprensión y perdón.

Debemos recordar que nuestro objetivo es ayudar a la otra persona a acercarse a Dios, y no señalar sus faltas y errores.

En última instancia, debemos recordar que estamos llamados a amarnos unos a otros y a “llevar las cargas los unos de los otros” (Gálatas 6:2).

Conclusión

En conclusión, es importante recordar que debemos creer que las intenciones de una persona son buenas y criticar con cuidado y amor.

Debemos recordar que juzgar y criticar son dos cosas muy diferentes, y debemos esforzarnos para asegurarnos de que estamos haciendo ambas cosas correctamente.

Debemos juzgar a los demás de acuerdo con el estándar de las Escrituras y venir con un espíritu de gracia y restauración.

También debemos tener cuidado de no juzgar a los demás en función de nuestras propias preferencias o principios.

Finalmente, debemos recordar criticar con amor y comprensión, y nunca criticar con ira o amargura.

La crítica debe centrarse en mejorar el comportamiento de la otra persona, no atacar su carácter.

Dios nos llama a amarnos unos a otros, hablar la verdad en amor y llevar las cargas los unos de los otros.

Al seguir estas pautas, podemos asegurarnos de que nuestro juicio y crítica sean correctos y verdaderos.

Dale un vistaso a nuestra publicación Juzgar en la Biblia: ¿Qué Dice la Biblia Sobre Juzgar al Prójimo?, para una mayor comprensión sobre el tema de juzgar.

 

2 comentarios en «Diferencia Entre Juzgar y Criticar Según La Biblia»

    • Hola Cristina, Dios te bendiga. Voy a agregarte a nuestra lista de correos para que recibas semanalmente nuestros mensajes. Te recomiendo que si no lo has hecho, encuentres una iglesia en la cual congregarte y en donde puedas encontrar el apoyo que necesitas. Un abrazo y que Dios te bendiga.

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