La ofrenda es un tema relevante en la Biblia y muchas personas pueden tener preguntas al respecto.
Hoy día, se ha vuelto común observar cómo supuestos líderes religiosos, aprovechándose de la fe de las personas, colectan el dinero de las ofrendas o diezmos para su uso privado y se enriquecen con ellos.
Nos preguntamos después de esto, ¿qué es la ofrenda según la Biblia?
Ante estas problemáticas, muchas personas son escépticas con respecto a ofrendar o diezmar.
Lo cual es perfectamente comprensible.
Aun así, es importante que conozcamos lo que quieren decir estas palabras y cuál es su significado e intención bíblica.
Por eso, en este artículo vamos a explorar lo que la Biblia dice sobre la ofrenda y su significado bíblico.
La ofrenda es un acto de adoración y gratitud a Dios, así como un medio para sostener su obra en la Tierra.
¿Quieres saber más sobre qué es la ofrenda según la Biblia y cómo ofrendar con generosidad y fe?
¡Sigue leyendo!
I. Definición de ofrenda según la Biblia
A continuación, intentaremos responder a la pregunta de qué es la ofrenda según la biblia.
Según la Biblia, la ofrenda es un sacrificio o donación que se hace a Dios en señal de gratitud, adoración y compromiso.
La ofrenda puede ser material, financiera o espiritual y es una forma de expresar nuestro amor y lealtad a Dios y su compromiso con su pueblo y su obra en el mundo.
A través de la ofrenda, los creyentes muestran su amor y honran a nuestro Salvador, Jesucristo.
En la Biblia, la ofrenda se define como una renuncia voluntaria de bienes o recursos a Dios o para su obra. Es un acto de adoración y agradecimiento a Dios por sus bendiciones y provisión en nuestras vidas.
La ofrenda también puede ser un acto de expiación o de purificación. En la Biblia, la ofrenda se menciona en numerosas ocasiones, y es un tema importante en la relación entre Dios y su pueblo.
En este artículo, exploraremos más a fondo los diferentes tipos de ofrendas en la Biblia y su significado para nuestras vidas hoy en día.
II. Estudio bíblico sobre la ofrenda en la Biblia
Para hablar de la ofrenda, te invito a que leamos el siguiente texto:
“«Diles a los hijos de Israel que tomen una ofrenda para mí.
La tomarán de todo aquel que de voluntad y de corazón quiera darla.”
Éxodo 25:2
La idea de la ofrenda se encuentra con frecuencia expresada a lo largo de toda la biblia.
En esta ocasión, Dios desea habitar con el pueblo de Israel en un templo o tabernáculo y le da a Moisés instrucciones acerca de sus muebles y utensilios.
Con el fin de elaborar todos estos artefactos, Dios le dice a Moisés que recoja una ofrenda de manos de la gente.
Quisiera enfocarme en dos ideas centrales del pasaje que presentamos a continuación:
La primera idea es que Dios, en ese momento, tenía un plan o proyecto, el cual era beneficioso para el pueblo de Israel.
Dios quería habitar en medio de ellos.
Con este fin, Dios decide darle la oportunidad al pueblo de Israel que participara de ese plan, contribuyendo con sus aportes.
Esa idea es fundamental para comprender lo que es la ofrenda.
Así pues, uno de los elementos que constituyen la ofrenda es la oportunidad de participar a través de nuestros aportes en un plan o proyecto de Dios, el cual en última instancia es para nuestro beneficio.
Hoy día Dios aún tiene planes y proyectos de los cuales nosotros podemos participar.
El principal proyecto de Dios es que todas las personas del planeta tenga acceso al evangelio.
Dios ha determinado que nosotros participemos de ese plan con nuestras contribuciones propias para ejecutarlo.
Esto es con nuestra participación activa en dicha labor y con nuestras contribuciones en recursos para facilitar el avance de esa obra.
La segunda idea que es de mencionar en este caso, es que Dios pidió a Moisés que solo tomara la ofrenda de quienes quisieran darla voluntariamente y de corazón.
El proyecto o plan, en ese caso, era que Dios habitara en medio del pueblo en un templo o tabernáculo.
Dios quería que únicamente aquellos quienes anhelaran que este plan se llevara a cabo participaran.
Solamente se aceptaría la ofrenda de manos de aquellos que quisieran que Dios habitara en su medio y voluntariamente quisieran contribuir con facilitar este fin.
Hoy día, la ofrenda es también algo voluntario que las personas pueden hacer de corazón, apoyando las diversas formas en que los planes y proyectos de Dios se intentan ejecutar en la tierra.
Veamos este corto video acerca de Ofrendas de Gratitud.
III. Tipos de ofrendas en la Biblia
Según la Biblia, hay siete tipos diferentes de ofrendas que se hacían a Dios. Estos son:
- El holocausto: era una ofrenda de un animal sin defecto que se quemaba por completo en el altar. Simbolizaba la entrega total y la devoción a Dios (Levítico 1).
- Las ofrendas voluntarias: eran ofrendas de animales o de productos agrícolas que se hacían libremente a Dios como expresión de gratitud y alabanza (Levítico 22:18-23).
- Las ofrendas por el pecado: eran ofrendas de animales o de harina que se hacían para obtener el perdón de Dios por los pecados cometidos por ignorancia o debilidad (Levítico 4-5).
- Las ofrendas por la culpa: eran ofrendas de animales que se hacían para reparar el daño causado a Dios o al prójimo por algún pecado. Además de la ofrenda, se debía restituir lo robado o lo dañado más una quinta parte (Levítico 5:14-6:7).
- Las ofrendas de grano: eran ofrendas de harina, panes o tortas sin levadura que se mezclaban con aceite e incienso. Se ofrecían junto con los holocaustos o las ofrendas de paz. Representaban la consagración y la comunión con Dios (Levítico 2).
- Las ofrendas de paz: eran ofrendas de animales que se hacían para celebrar la paz y la armonía con Dios y con los demás. Una parte del animal se quemaba en el altar, otra parte se daba a los sacerdotes y otra parte se comía por el oferente y su familia (Levítico 3).
- Las ofrendas de consagración a Dios: eran ofrendas especiales que se hacían para dedicar a alguien o algo al servicio de Dios. Por ejemplo, las ofrendas que se hicieron para consagrar a los sacerdotes (Éxodo 29) o para consagrar el tabernáculo (Números 7).
Estos tipos de ofrendas tienen un significado simbólico y profético que apuntan al sacrificio perfecto y definitivo de Jesucristo en la cruz, quien se ofreció a sí mismo como holocausto, como ofrenda voluntaria, como ofrenda por el pecado, como ofrenda por la culpa, como ofrenda de grano, como ofrenda de paz y como ofrenda de consagración a Dios (Hebreos 9-10).
En 2 Corintios 9:7, se nos recuerda que Dios ama al dador alegre, por lo que las ofrendas voluntarias son un acto de fe y amor hacia Dios.
Al ofrendar, estamos reconociendo la soberanía de Dios y demostrando nuestra gratitud y amor por él.
IV. Importancia de la ofrenda en la Biblia
La ofrenda es un tema importante en la Biblia porque refleja la relación entre Dios y su pueblo.
La ofrenda es un acto de adoración y gratitud hacia Dios, y también es un medio para sostener su obra en la Tierra. Es una forma de expresar nuestro amor, nuestra gratitud y nuestra adoración a Dios.
La ofrenda también nos ayuda a recordar y a honrar a nuestro Salvador, Jesucristo, quien se ofreció a sí mismo como el sacrificio perfecto por nuestros pecados.
Otra de las cosas que nos permite la ofrenda es sostener a los obreros cristianos y a las personas que se dedican al ministerio de la Palabra de Dios.
La ofrenda también nos permite participar en la obra de Dios en el mundo, apoyando a los necesitados, a los misioneros y a las iglesias.
La ofrenda es un acto de fe y de confianza en Dios, quien es nuestro proveedor y quien puede hacer que toda gracia abunde para nosotros. Al ofrendar, estamos poniendo nuestra confianza en Dios para proveer para nuestras necesidades y para la obra que Él quiere hacer en el mundo.
Además, la ofrenda también nos ayuda a mantener una perspectiva correcta sobre la administración de nuestras finanzas y recursos, y nos enseña a ser generosos y desprendidos.
V. Cómo ofrendar según la Biblia
La Biblia nos enseña a ofrendar con generosidad y fe.
En 2 Corintios 9:6-7, se nos recuerda que aquellos que siembran con generosidad, también cosecharán con generosidad.
Por lo tanto, cuando ofrendamos, debemos hacerlo con un corazón agradecido y una actitud generosa.
También debemos ofrendar con fe, confiando en que Dios proveerá para nuestras necesidades y que su obra en la Tierra será sostenida.
Además, debemos orar y buscar la dirección de Dios sobre cuánto y cuándo ofrendar.
- Ofrendar con alegría y generosidad, no de mala gana ni por obligación. Dios ama al que da con alegría (2 Corintios 9:7).
- Ofrendar según lo que hayamos decidido en nuestro corazón, no según lo que otros esperen o nos presionen. Cada uno debe dar conforme a lo que tiene, no conforme a lo que no tiene (2 Corintios 9:7; 8:12).
- Ofrendar según lo que Dios nos haya bendecido, reconociendo que todo lo que tenemos viene de Él y le pertenece a Él. Honremos al Señor con nuestros bienes y con las primicias de todos nuestros frutos (Deuteronomio 16:17; Proverbios 3:9).
- Ofrendar para el Señor, no para los hombres. No busquemos la aprobación o el reconocimiento de los demás, sino la recompensa de Dios, quien ve en secreto y nos recompensará (Mateo 6:1-4).
- Ofrendar para sostener la obra de Dios en el mundo, apoyando a los necesitados, a los misioneros, a las iglesias y a los ministros de la Palabra. Compartamos con los santos en sus necesidades y comuniquemos bienes a los que enseñan la Palabra (Romanos 12:13; Gálatas 6:6).
- Ofrendar con fe y confianza en Dios, quien es nuestro proveedor y quien puede hacer que toda gracia abunde para nosotros. No temamos dar generosamente, pues Dios es poderoso para suplir todas nuestras necesidades (2 Corintios 9:8; Filipenses 4:19).
Estos principios nos pueden guiar para ofrendar según la Biblia y así honrar a Dios con nuestras ofrendas.
VI. Beneficios de la ofrenda
La ofrenda tiene muchos beneficios. Algunos de estos beneficios son:
- La ofrenda nos permite experimentar el amor y la provisión de Dios, quien es generoso y fiel para suplir todas nuestras necesidades y darnos más de lo que necesitamos para compartir con los demás (2 Corintios 9:8; Filipenses 4:19).
- La ofrenda nos ayuda a desarrollar un carácter generoso, alegre y agradecido, que refleja el carácter de Dios y nos hace más felices y satisfechos (2 Corintios 9:7; Proverbios 11:25).
- La ofrenda nos permite participar en la obra de Dios en el mundo, apoyando a los necesitados, a los misioneros, a las iglesias y a los ministros de la Palabra. Así contribuimos al avance del evangelio y al crecimiento del reino de Dios (2 Corintios 9:12-13; Mateo 6:33).
- La ofrenda nos hace recibir bendiciones espirituales y materiales de parte de Dios, quien promete recompensar a los que le honran con sus bienes. No ofrendamos para recibir, sino porque hemos recibido de Dios, pero Él es tan bueno que nos da aún más cuando le somos fieles (2 Corintios 9:10-11; Malaquías 3:10).
- La ofrenda nos lleva a glorificar a Dios y a darle gracias por su gracia y su bondad. Cuando ofrendamos, reconocemos que todo lo que tenemos viene de Él y le pertenece a Él. Cuando recibimos una ofrenda, expresamos nuestra gratitud a Dios y a los que nos dan. Así se produce una alabanza sincera y una comunión gozosa entre los hijos de Dios (2 Corintios 9:14-15; Salmo 96:8).
Estos son algunos de los beneficios de la ofrenda que podemos disfrutar cuando damos con alegría y generosidad a Dios.
VII. Conclusión
La ofrenda es un acto importante en la vida del creyente, que refleja nuestra relación con Dios y nuestro compromiso con su obra en la Tierra.
La Biblia nos enseña que la ofrenda debe ser un acto voluntario, generoso y de fe, que refleje nuestra gratitud y amor hacia Dios.
Al ofrendar, estamos confiando en la provisión de Dios para nuestras necesidades y demostrando nuestra dependencia de Él.
También estamos sosteniendo su obra en la Tierra y demostrando nuestro compromiso con la extensión del Reino de Dios.
Por lo tanto, animo a cada lector a orar y buscar la dirección de Dios sobre cómo pueden ofrendar con generosidad y fe, y ser parte de la obra que Dios quiere hacer en el mundo.
¿Y tú qué piensas? ¿Cuál ha sido tu relación con las ofrendas? ¿Cuál es tu experiencia? Comparte en los comentarios.
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Bendiciones y un abrazo.
