¿Es malo ver pornografía? Un testimonio real

Compartimos en esta entrada un testimonio real de uno de los lectores de nuestro blog.

Es nuestro deseo que las experiencias que relata puedan ayudarte a comprender la dimensión real de los efectos de la pornografía en tu vida.


Mi madre ha sido todo para mí. Yo nunca tuve un padre presente en mi niñez que me enseñara lo que es correcto, me aconsejara, y me amara. Mi madre fue todo eso lo que mi padre no fue para mí.

Me llamo Brian (nombre ficticio) y tengo 20 años.

Toda mi vida, a pesar de ser hijo único de mi madre y que ella ha hecho todo lo posible por enseñarme y ser la mejor madre posible, las circunstancias no han sido favorables como para que ella y yo tuviéramos confianza intima.

Como me lamento de no haber sido sincero con mi madre de todo lo que vivía y de las malas obras que hacía a escondidas. A mi punto de vista, mi vida ha sido una inmersión en aguas profundas y escondida en una paz falsa.

En la niñez vivía en una casa que era de miedo en las noches, tenía pesadillas, se escuchaban cosas raras en la noche, veía cosas raras, y en ocasiones me sentía bajo como una presión.

Descubrí la masturbación a muy temprana edad y nunca se lo conté a nadie que era lo que hacía.

En ocasiones me encontraba en la televisión con programas que mostraban a chicas exhibicionistas y me alteraba, además las chicas me empezaron a gustar más y contribuía a que sintiera más deseos a masturbarme.

En una etapa de pre-adolescencia, la primera vez que tuve internet en mi casa, mi primera búsqueda fue imágenes y videos de chicas, lo cual progresivamente fue incrementando hasta llevarme a páginas pornográficas más explícitas y viví así con esa vida llena de fantasías hasta la etapa de la adultez.

Fui muy enamoradizo, siempre me ilusionaba con chicas que me gustaban, pero no sabía cómo iniciar una conversación.

Entrando en la adultez, tuve un trabajo, me ilusione con una chica y me lleve la una desilusión que me dolió, conocí a otra y también lo mismo, además de comenzarme a gustar una amiga que era casada.

Pero ahora me doy cuenta de que eso era puro deseo sexual. Entre a la universidad y conocí a una chica muy bonita que me encanto y adivinen que: otra desilusión, pero esta no me dolió tanto.

Todo el que mira a una mujer con deseo de poseerla ya ha cometido adulterio en su corazón.

 

Mateo 5:28

Toda mi vida estuvo basada en el deseo sexual y no en amor real.

Cuando estaba pasando por problemas económicos en la Universidad, pensé en Dios y en mi pasado, y me entraron conflictos emocionales, lo cual me llevo a buscar a Dios. Y comenzó la búsqueda a través de la oración y la lectura de las cartas de Pablo, las cuales me hacían ver lo que hago y no hacia bien.

Queriendo mejorar y no desear a mujeres caía en tentación, pero no lo tome muy enserio y pedía perdón superficialmente como algo normal.

Después intentaba controlarme y restringir mis impulsos pasando mi mente en otras cosas, pero esas cosas aún eran cosas terrenales, pedía en oración todo lo que quería que hiciera conmigo y con otros, y a dar gracias, y me daba cuenta de que en mis oraciones aparecían imágenes horribles y demoniacas.

Fui resistiendo cada vez más mis impulsos, hasta que leí el evangelio de Mateo o Marcos, en el cual decía:

Todo pecado o blasfemia será perdonado, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada.

 

Mateo 12:31

Desde ese momento tuve pensamientos blasfemos con el Espíritu Santo, lo cual me dio una desesperación y miedo que me aterro.

Pensé que Dios ya no me perdonaría jamás, desde ese momento se me volvió incontrolable mis pensamientos y era una blasfemia tras otra, una más fea que la otra, hasta que empecé a tener pensamientos sexuales también contra Dios, Cristo y el Espíritu Santo.

Lamente mi existencia, y desee no haber nacido.

En mi desesperación en la búsqueda del perdón de Dios en oración me fui calmando, pero los pensamientos eran incontrolables y me volví a desesperar porque tenía ahora pensamientos sexuales de la pornografía que había visto, y en mi enojo tuve un pensamiento malo diciendo: Que hay de malo hacer el mal.

Me lamente después de eso y lloraba por mi suerte.

No podía dormir y me concentraba en el trabajo. Me sentía sin esperanza y sin poder tener perdón jamás. Lo cual me llevo a pensar en dejar todo y seguir como estaba, pero me frenaba por miedo.

No podía orar y si oraba lloraba. Me sentía vacío y sin remedo, leía la biblia y empecé a querer olvidar eso y continuar.

Leí a más profundidad la biblia y encontré esperanza, hasta que leí en 2 Corintios 7:10 que dice:

“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de la cual no hay que arrepentirse, pero la tristeza del mundo produce muerte.”

Me dio vueltas la cabeza con ese versículo, porque sabía en mi interior, que algo andaba mal. Y llegue hasta que me quede leyendo hebreos 10:26, hebreos 6:4-6 y hebreos 12:16-17.

Me sentí que esos versículos iban para mí, porque no dejaba de hacer o sentir lo que antes con que gusto que lo hacía, además de no para los pensamientos blasfemos y sexuales, lo cual me hizo sentir hipócrita y buscar a Dios y reparar mis errores.

Me sentí con tanto miedo, encontré amigos que me ayudaron a sentirme mejor. Pero no duro mucho tiempo hasta que me sentí en mucha desesperación y ansias por sentir placer sexual, ya que había vista algo que me atrajo mucho en YouTube.

Me hice el loco queriendo ignorar eso no pude, y continúe en eso y de una me pase a otra y vi cosas que me sedujeron y mezclado con la desesperación, la abstinencia que había hecho, me llevaron a seguir buscando y buscando cosas que no fueron pornografía en sí, pero me atraían porque era en si algo relacionado con ella y caí en la masturbación.

No pensé en lo que hacía en ese momento y cuando paso me aterre.

Paso un tiempo en aceptar lo que había pasado y de recuperar mi ánimo. Los pensamientos se hicieron menos frecuentes, parecía que Dios si me estaba escuchando y continúe en mi búsqueda de arrepentimiento.

Por un tiempo me sentí bien y esperanzado hasta que se me dispararon pensamientos más fuertes, los cuales me llevaron a caer otra vez en la masturbación.

Aunque no me guste admitir y quiero negarlo, en ese entonces me sentí sin esperanzas porque por un lado se sintió bien lo que había hecho y por otro estaba lo que Dios pensaba de mí y me daba vergüenza.

Busque perdón en oración, llore y suplique. Leía la biblia y acepte un curso bíblico, lo cual me emociono y me hizo recobrar fuerzas.

Pero empecé a tener pensamientos negativos los cuales me hacían sentir hipócrita, porque estaba sintiendo mucha atracción hacia las mujeres y trataba lo más posible no verlas o voltear la mirada, aunque lo hacía, no podía dejar de pensarlas y me desesperaba porque también estaba el tema de Dios en mis pensamientos.

Fui a una iglesia que había visto y me gustó mucho la doctrina y las verdades que no conocía que el predicador enseñaba y vi que enseñaba con la verdad y me dediqué a ir allí y encontrar esperanza.

Pero de camino a la iglesia y de la iglesia a mi casa, me sentía decepcionado, porque quería hacer el bien y no podía. Me trababa en un bus de camino a la iglesia y sufría muchas tentaciones las cuales me hacían sentir mal, porque caía con mis pensamientos.

Ore tanto por fortaleza, pero parecía que me volvía más débil. Y me duele admitirlo, pero creo que me gustaba ser tentado.

En mi búsqueda de respuestas, en la desesperación, busqué varias cosas en internet que no me ayudaban y en una de esas búsquedas vi testimonios de personas con ese problema, pero lo que me atrapo fue un testimonio descarado de una vida inmoral de una mujer, lo cual me engancho en la lectura y me hizo hervir la sangre.

No pude sacarme los eso de la cabeza y mis pensamientos y deseos malos solo intensificaban hasta el punto de perder dominio propio. Lo cual me hizo caer otra vez en la masturbación.

Y así, en mi búsqueda de información en la desesperación, buscaba algo y me iba para otro que me hacía pecar. Ahora me doy cuenta de que lo hacía con pretexto de justificar mis ganas de caer, hasta que no aguante más y en mi orgullo y enojo fui y vi pornografía adrede.

Cuanto me lamento de haber hecho eso. Ahora busco a Dios esperando que me perdone y me levante. Rogare por eso, a pesar de mis miedos a lo que hice y lo que pueda pasar.

Me doy cuenta de que no he sentido profundo deseo de servir a Dios, a pesar de querer ser libre de estos deseos. Debo admitir que me causa terror las cosas que hice y los pensamientos que tengo.

Estoy tratando de salir de esto. Y quiero hacer las cosas bien y recuperar mi voluntad de hacer el bien y la justicia que Dios quiere. Quiero sentir que soy su hijo.

Mi deseo, para los que vean esto, es que no sean como yo fui.

Tengan determinación y no sigan mis pasos.

Dios quiere adoptarlos como hijos y él quiere ser su padre, si están en metidos en la pornografía y masturbación, por favor, déjenla antes de que les ocasione daño, y si la están dejando y quieren ser hijos de Dios y seguidor de Jesucristo, por favor, no hagan lo que yo.

Dios es poderoso para guardarlos sin caída, lo importante es no querer caer.

Esto es serio, no sigan mi ejemplo y cobren ánimo. Estos son los daños de la pornografía. No dejen que la pornografía destruya su vida y su moral. Reconcíliense con Dios mediante Jesús.

Para los que no tuvieron Padre no me cabe duda de que Dios puede ser un Padre fabuloso y hacer su voluntad debe ser increíble.

Mi deseo para ustedes es que tengan eso que yo quiero, que consigan esa libertad y ese gozo por ser de Dios, aunque el camino no sea fácil.

“El que está dispuesto a vencer vence, y el que intenta vencer esta dispuesto a caer”

Recuerden:

Amen al Señor su Dios con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas y con toda su mente y amen a su prójimo como a sí mismos.

 

Marcos 12: 29 – 31

Que Dios los bendiga.


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Bendiciones y un abrazo.

3 comentarios en «¿Es malo ver pornografía? Un testimonio real»

  1. si está claro las consecuencias de la pornografía que puede tener en cualquier persona mi reflexión en esto es que hay que tomar una decision firme y no pensar demasiado en el daño que nos sino hacer algo de nuestras vida como pasar tiempo en el gimnasio, buscar una actividad donde no sintamos complementados, y es real que el diablo está usando como herramienta a la pornografía para hacer caer a muchos.

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